lunes, 13 de enero de 2014

El Principito, un regalo entrañable

Estaba recorriendo librerías, hasta que me quedé en una, en especial para mironear como es mi costumbre. De repente, apareció un hombre desconocido, con quien hablé de mi aficción a la lectura. Pero lo que más me impresionó en ese momento no era su pregunta sobre determinada parte de El Principito, sino su gesto de regalarme ese libro. No podía creer que un extraño me obsequiara algo. Nunca que pensé que ese regalo sería significativo como lo es ahora. Le pregunté quién era, pero mi memoria sólo recuerda que me obsequió El Principito. Al libro lo tengo guardado como a un tesoro que se encuentra una vez en la vida. Empecé a releerlo y con esa acción también recordé ese acontecimiento extraño que me paso en la librería. El Principito hace compañía a mis otros libros, como ser Don Quijote de la Mancha, La Rosa Azul, entre otros.Entre las frases que me llamaron la atención, están: ''Las personas mayores adoran las cifras'', ''No sabía que, para los reyes, el mundo es muy simple. Todos los hombres son súbditos'', ''Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores'',''Los vanidosos sólo escuchan las alabanzas'', ''Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos'', ''Los hombres se encierran en las prisas pero no saben lo que buscan. Entonces se agitan y dan vueltas en redondo''.Imagen:http://mimundo-nerea.blogspot.com.ar/. Fuente: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry

No hay comentarios:

Publicar un comentario