sábado, 8 de octubre de 2011

Carta a mi Otro yo que está por ahí

Es tan raro lo que pasa con el mundo, con las personas. Parece que hemos perdido humanidad, valores, sueños, ideales. Deje de ver los noticieros porque da lastima observar que hacen dinero con el dolor ajeno. Nadie respeta las lágrimas, la desesperación, la muerte.

Sé que estás por ahí, pasando calor, hambre, desilusionandote como yo de la gente que no hace más que bajarte el autoestima y las ganas de vivir. Ya sabes que nadie es perfecto y menos yo. Es dificil cada día soñar con los ojos abiertos. Caer y levantarse son verbos que siempre me acompañan.

Quisiera asombrarme de lo que está ocurriendo a mi alrededor. Todos tienen miedo de la inseguridad, del EPP, de las frustraciones. No puedo, me asusta que los seres humanos vayamos a destruirnos a nosotros mismos. Por qué nos degradamos tanto. Qué hace falta para el manto de melancolía y cosas malas se vayan para no volver.


Ya no quiero criticar periodistas. Cada uno es adulto y sabe lo que hace. Y si les digo algo se pueden enojar o tal vez no les importe. La verdad es que yo decidí dejar de creer lo que dice la prensa por mí misma. Porque como sabes la verdad periodística es cambiante, modificable, no es una verdad absoluta.

La maldad, el dolor, la muerte desfilan en los noticieros con más fuerza. Apagué la televisión. Dejé de leer periódicos por muchos días.

Necesito llenarme de positivismo para poder llegar a mi meta. Voy por ella con tanta ansiedad que ya quiero llegar. Porque sabré que con mis manos, mi esfuerzo y la ayuda de mis amigos sí pude.


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