domingo, 28 de noviembre de 2010

La incógnita


Imagen:somosto.blogspot.com


Un hombre intentaba atravesar un muro para escapar de otro. Se introdujo en una vivienda de x persona. Lo hizo porque vio que un individuo lo seguía. Tenía que salvar su vida.

Los jueces de Sentencia debían construir el hecho a través de las pruebas que ofrecían la fiscala y el abogado defensor. Los testigos no decían nada relevante. Es más había contradicciones en sus dichos, según la representante del Ministerio Público.

Era un caso de homicidio doloso. El supuesto homicida acompañado de su abogado pidió al tribunal colegiado su libertad. Mientras que la agente fiscal 15 años de prisión para el acusado.

En la mente de los magistrados se notaba dudas cuando empezaron a declarar los testigos. El tribunal los llamó. Ellos comenzaron a entrar a la sala de audiencias.

El tribunal les decía que no debían mentir, si no serían procesados por falso testimonio. Juraron todos los testigos. Luego declararon.

La primera testigo era una señora, madre de la dueña de la casa. Menciono lo dicho por su esposo. Reiteró varias veces que ella no vio el hecho porque se encontraba auxiliando a su hija que estaba enferma de piedra en la vesicula.

El segundo testigo, un policía que había estado en la intervención no dijo nada relevante. Sólo que había estado en el procedimiento. Mientras que la hija de la señora, que era la tercera en declarar aportó varios datos: que la víctima había estado recorriendo la casa al atravesar la muralla, que habían gotitas de sangre en el patio. Afirmó que ese día estaba con una dolencia de piedra en la vesicula. Que ella había ido a la casa de sus padres para que la auxiliaran pues se sentía mal y que no vio el hecho ocurrido en su domicilio.

La siguiente testigo describió la fiesta antes de que ocurriera el hecho. Dijo que vio al supuesto homicida en la pista de baile. Menciono que conocía tanto al hombre juzgado por el tribunal en estos momentos como a la víctima. Manifestó que vio a la Víctima recostado en el muro de la casa, acompañado por policías que le ayudaban.

La fiscala reclamó a la primera testigo el por qué había dicho en su declaración una cosa y en juicio otra. La misma volvió a reclamar a otro testigo, pero una de las integrantes del tribunal le exigió que hiciera sus preguntas con respecto al caso.

Lo que se pudo observar en todo el juicio es que el defensor no objetó ningún argumento de la fiscalía, pero en el receso del mismo pensaba en una victoria en el litigio.

La fiscala como la querellante adhesiva hicieron su trabajo. La defensa también digamos. Sólo restaba esperar la sentencia del tribunal.



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