martes, 27 de abril de 2010

Una escritora en Palacio de Justicia

Año 2009

-Estoy en Palacio de Justicia, ¡vaya!, ¿estaré soñando?

Mucha gente va, otra sale. Guardias revisando las carteras, yo esperando a que me anime a entrar jeje. El reloj marca las 10. ¿Ale, dónde estás? Te necesito para entrar a este palacio. La verdad es que le temo a lo desconocido y a los que voy a conocer.

Sí. Yes. Allá voy Torre Sur, primer piso. ¡Ten valor, guapa!, me dije en mi fuero interno. No tengas miedo a conocer gente nueva. ¡Qué susto! Temo por otra bomba.

¡Anda! ¡Animate!

Apareció mi amiga Ale. Fui junto a los periodistas que cubren el área judicial. No me anime a entrar en la Sala de prensa, luego vi a un trabajador de prensa y él con gusto me llevo a donde estaban sus compañeros. Conocí a Yeny, Fernando, Mabel y otros. Era un camino incierto, iba en busca del conocimiento sobre el periodismo judicial en el Paraguay.

Estaba empezando a investigar para la tesina. Desorientada un poco o total. Es un tema delicado. Mis hadas me ayudaban a comportarme ante los desconocidos. Primera vez me habia animado a ir a Palacio. No tenía certeza de que cosas me esperarian allí. No sabía que habia un ambiente de amistad entre los periodistas. Por un lado me hizo feliz.

Quien iba a creer que yo visitaría ese lugar. El profe siempre hablaba de Palacio, pero jamás pense que llegaria a ver a la diosa Astrea de cerca, los escalones, las dos torres, la gente. ¡Impresionada quede de la belleza de ese edificio! También porque estaba en un sitio nuevo para mí: abogados, fiscales, personas que acuden a tribunales, la plaza llena de vendedores, etc.

Me quede emocionada. Ale, disculpa que te haya olvidado afuera. Estaba dentro de la sala de prensa y me senti periodista preguntándoles sobre sus experiencias a los trabajadores de prensa del área judicial.

Luego, suena mi móvil. Era Ale. Poverella! Les dije que tenia que salir a buscar a mi amiga y salí.

Ale y yo entramos donde los periodistas están. Confieso que estuve nerviosa, primero porque no estaba preparada para elaborar este trabajo, segundo que era la primera vez que hablaba con periodistas.


¡Miedosa! ¡Venga, apúrate!

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