- No sacralizar la opinión de las fuentes institucionales.
- El imperativo profesional de comprobar la noticia.
- Revisión del concepto de actualidad, que no ha de entenderse como exigencia de instantaneidad sin más en la transmisión de la información.
- Capacidad de generar una agenda pública propia, más cercana a los intereses de la ciudadanía que de las fuentes, buscando el equilibrio indispensable entre búsqueda de la información y la supervivencia financiera de la empresa.
- La vuelta de los periodistas a lugar de los acontecimientos. Contar lo que se ve no sólo lo que dicen otros.
- Avanzar decididamente en la especialización de los profesionales. Cuanto más conozca el periodista la materia de la que ha de informar, más difícil será de seducir con declaraciones sin fundamento.
- Garantía de autonomía para los profesionales de la información.
- Independencia de los medios respecto a los poderes políticos.
- Limitación de los condicionantes económicos en la producción de la noticia.
- Todas estas líneas de actuación requieren un sistema educativo, en general, y unas facultades de comunicación o ciencias de la información, en particular, que formen estudiantes con conciencia crítica.
FUENTE: VÁZQUEZ BERMUDEZ, Miguel Ángel. Noticias a la carta: periodismo de declaraciones o la imposición de la agenda. 1a edición electrónica 2009, Sevilla, España, p. 225.
No hay comentarios:
Publicar un comentario