miércoles, 25 de noviembre de 2009

Alcaesto


Una novela interesante que invita al lector a descubrir el mundo de Xeo, los pensamientos de su maestro Kanamantis, la alquimia, la materia. El primer capitulo es atrapante, no sólo por la manera de relatar, sino por parecer real lo que ocurre en la vida de los personajes. Pareciera que los tienes enfrente de ti, conocer sus historias por la boca de ellos a través del narrador.

La frase que más llamó la atención dice así: "La ignorancia puede convertirse en otra forma de la maldad. Ser ignorante a menudo llega a ser tan dañino como ser malvado". Tal vez sea de esa manera cuando le manifiesta Kanamantis a Xeo, la ignorancia lleva al hombre a cometer errores gravísimos y a no comprender el mundo por tener la mente tan cerrada y creer que se sabe todo.
No, es más la humanidad cambiaría si intentaramos abrir nuestro pensamiento al de los otros. Compartir conocimientos, experiencias es lo más necesario para que demos puerta a nuevas visiones, enriquecer las nuestras.

La vida de Xeo no fue tan fácil. Su tío Jusep le vende como si fuera una mercancía hasta que llega Kanamantis a su vida, pero con él viene el trabajo duro en las calderas realizando mezclas de diferentes metales como el oro.

Tan duro es el trabajo de Xeo que su maestro no le permite comer ni ir al baño antes de que estuviera lista la sustancia resultante de la mezcla.

Xeo aferrado a su San Jorge y Kanamantis mencionando a Aristóteles y las ideas del Superhombre de Nietszche, es un pequeño panorama que se puede percibir en el primer capitulo de la nueva novela de Irina Ráfols. Ella está ligada a temas filosóficos y las historias humanas que describe con maestría en Alcaesto.

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