sábado, 29 de mayo de 2010

La lluvia, el agua y los ojos más transparentes que vi en mi vida

La memoria no te quiere borrar.
La lluvia ni siquiera destiñe tu nombre
y tus ojos siguen observandome con tanta dulzura
indagandome el alma.

Pregúntame con tus ojos de niño
cómo me fue hoy en el taller de literatura
cómo tu mano sano mi herida
cómo te volviste en mi ángel
y transmites paz a este ser que soy.

El agua de la lluvia me recuerda de lo cristalina que es tu mirada
de la pureza de tu alma de niño
de los juegos que haces con tus ojos
de tus expresiones
de tu sonrisa.

Lluvia, agua
ojos que amo con todo mi alma
¿serán recuerdo o los borraré de mi memoria?
Esos ojos curaron mi enfermedad
y a ellos les debo.

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